La astrología de los signos y planetas existen desde la más remota antigüedad. Los astrólogos descubrieron en el cielo unos cuerpos que se comportaban diferente como lo hacían las llamadas estrellas fijas, sino que se movían y se desplazaban por el cielo sin que en apariencia siguieran unas reglas comunes con los demás astros.
Por otra parte, dichos cuerpos celestes no avanzaban siempre en el mismo sentido ya que a veces lo hacían en la misma dirección que seguía el sol después se detenían y tomaban la dirección opuesta. Este hecho tan extraño como atípico hizo que los astrólogos vincularan este fenómeno a los cambios que ocurrían en la tierra, incluso los cambios de estado emocional del ser humano y a las diversas reacciones de este. Una vez se hubo llegado a este punto se tuvo en cuenta la influencia que podían ejercer en las personas planetas específicos según su posición dentro de los signos correspondientes.
Por otra parte, no se tardó en establecer una cierta correspondencia con los demás elementos de la naturaleza, empezando por los tres reinos animal, vegetal y mineral y concretarse de un modo muy especial en los diferentes órganos del cuerpo humano, sobre los cuales era un determinante de salud o enfermedad. También desde los primeros tiempos el ser humano concibió los planetas como cuerpos celestes que no solo influían en el propio carácter y los estados de humor, sino que podían determinar además cuál era la época más apropiada para efectuar la siembra, la recogida de cosechas, así como la abundancia de estas también.
Se podía prever cuando podía producirse la amenaza del pedrisco, lluvias, inundaciones o incluso sequias. A esta facultad de los planetas como fuerzas que interactúan con la propia naturaleza, se ha ido manteniendo en el tiempo a lo largo de los siglos y llegando hasta nuestros días, como puede comprobarse con los llamados calendarios agrícolas, representados en la tradición popular como los nombres que aplicamos a los días de la semana que proceden precisamente de los nombres de los astros, siendo el lunes el día de la luna, el martes el día de marte, el miércoles el día de mercurio,… así hasta llegar al domingo que es el día del Sol.
Los planetas se encuentran repartidos entre la rueda de los doce signos del zodiaco, lo cual en astrología recibe el nombre de domicilio o casa. Cada planeta tiene dos domicilios o casas. Uno principal o diurno y otro secundario o nocturno, ahí se encuentran en el lugar o hábitat ideal de los planetas y en cada casa o domicilio el planeta se halla en perfecta armonía con el signo zodiacal que gobierna y al que proporciona sus cualidades específicas.
Sin embargo no hay que olvidar que los planetas no permanecen inmóviles sino que se mueven y que por lo tanto van de los de unos domicilios a otros planetarios o casas, produciéndose entonces situaciones favorables o adversas según la astrología antigua. Hoy día que un planeta este en un domicilio que no es el más favorable significará que tendremos un contexto o paradigma que debemos de habitar y resolver. En último término son desafíos que detrás esconden un poder aun mayor que manejar a posteriori en contraposición a los aspectos que no supongan cierto conflicto.
Al estado favorable o de amistad se le llama exaltación mientras que al estado adverso desfavorable o débil, enemistad o incluso también se le denomina “en caída”. También se da el caso el llamado exilio, que se produce cuando un planeta se encuentra en su propia casa o domicilio con los signos que le son opuestos. Dentro del simbolismo astrológico debe tenerse en cuenta que la exaltación acrecenta la importancia y la armonía del planeta, así como la caída, disminuye la armonía y la importancia y también ejerce una función semejante al estado de exilio, aunque con una intensidad diferente.
En cualquier caso, en la carta astral puede verse como un planeta se adapta siempre al significado de los signos zodiacales y también a las casas astrológicas en que se halle. Sin embargo, cada uno de ellos tiene unas características específicas o unas cualidades esenciales que le son propias.
Planetas y sus características
EL SOL : Está relacionado con la identidad original del individuo, en el antiguo Egipto fue adorado bajo varios nombres desde Ra hasta Horus y Atón mientras que en la Grecia clásica se le conoció como Helio, Dios subordinado al poder de la luna donde más tarde bajo el nombre de Apolo fue cuando ganó prestigio y destronó a Júpiter de la regencia de Leo convirtiéndose en un símbolo habitual de poder y grandeza. El sol rige el signo de Leo y también se le relaciona con la casa 5 y es análogo a la frecuencia masculina y a todo lo que sea digno de mostrar, expandir hacia fuera y brillar. Mostrar su originalidad será su cometido. En sus características negativas esta relacionado con la arrogancia y la injusticia. En el cuerpo humano gobierna el corazón y la circulación sanguínea.
LA LUNA: El culto al astro de la noche toma gran relevancia en la lejana época del matriarcado, cuando se la adoraba bajo diferentes nombres, perdiendose muchos de ellos en el tiempo, y quedando el más conocido por la cultura griega como Selene, considerándose en muchos casos como la gran madre universal. Sin embargo, posteriormente fue relegada por las divinidades masculinas a un segundo plano. Sus atributos en especial, los de la fecundidad, la movilidad de los fluidos, el sentimiento, la contención y el mundo de la imaginación y del subconsciente. La luna rige al signo de cáncer relacionada con la casa cuatro, análoga a la frecuencia femenina y a una personalidad psíquica e imaginativa. Arquetipo receptivo a las emociones, la inspiración y el cambio. Es además símbolo en lo concerniente a la maternidad, el matrimonio, el hogar familiar el yo más inmediato, la personalidad más original de uno mismo en el interior de cada uno. Puede hacerse expansivo desde dentro. En sus aspectos negativos equivale a la inestabilidad emocional. La luna gobierna el estómago y en general todo el sistema digestivo y nervioso.
MERCURIO: En el antiguo Egipto se lo adoraba bajo el nombre y la forma de Toth Dios de la escritura, en la Grecia clásica correspondía a Hermes con cuyas características pasó al panteón mitológico romano siendo considerado además como un mensajero alado.
Es el primer planeta que muestra un principio de dualidad y transformación siendo sinónimo de lo neutro,de flexibilidad y de adaptabilidad. Este signo es ambiguo porque no pertenece en concreto a ninguna frecuencia masculina o femenina, sino que tiene ambas, siendo también en muchas culturas identificado como hermafrodita. Se relaciona con el estudio de las letras, de las ciencias y de todas las artes en general. También se relaciona con la inteligencia, la comprensión de información, la palabra y el don de la oportunidad. En sus aspectos negativos se asocia con la hipocresía y a la inconstancia, los fraudes, engaños, mala fe e incluso el robo. Análogo a las casas tres y seis, mercurio gobierna el sistema nervioso, los pulmones y también las facultades intelectuales.
VENUS: En la mitología mesopotámica y babilónica esta Diosa recibió varios nombres siendo el más conocido el de Isthar, para los helenos era Afrodita y para los romanos era considerada como la diosa del amor, pero con el vestigio de las arcaicas costumbres matriarcales, atributos de la Diosa guerrera que la convertían además en símbolo de las famosas amazonas.
Rige los signos de Tauro y de Libra y las casas análogas son las dos y las siete. Venus es junto con la luna el planeta más femenino y se le considera un símbolo de la belleza y del amor, de los placeres y de la sensualidad.
En general favorece cuando se relaciona con las artes y el buen gusto y es propicio a la elegancia, la seducción, al encanto y a la gracia, bajo sus aspectos negativos, Venus equivale a la vanidad, la ligereza, la inconsciencia, la pereza y también a la amoralidad. En el cuerpo humano Venus gobierna los órganos genitales internos, los riñones y la garganta.
MARTE: La tradición guerrera de este Dios comienza allá en los cultos babilónicos y después de la Grecia clásica se le conoce bajo el nombre de Ares, se hizo cargo de todo lo concerniente a la guerra convirtiéndose en el compañero ideal de Venus. Rige el signo de Aries y gobierna la casa uno. Marte representa socialmente el sexo masculino en su aspecto más belicoso y pendenciero, es sinónimo de violencia, cólera, disputas, así como de los enfrentamientos armados. Se manifiesta de modo virulento contra toda clase de oposición en cualquier terreno que este se plantee. Tiene el don de la iniciativa, el vigor y la audacia. La actividad fecunda, el valor, el entusiasmo y la confianza en sí mismo. La forma negativa es equiparable con la temeridad, la cólera irracional, la tozudez y la desmedida agresividad. Gobierna la cabeza, los músculos y los órganos genitales externos.
JÚPITER: El dios caldeo equiparable a Júpiter es Bel-Marduk vencedor de la guerra contra Tiamat madre de todos los dioses. También Zeus el clásico gobernante del Olimpo salió vencedor de su enfrentamiento con Cronos que se relaciona con Saturno que devoraba a todos sus hijos. Júpiter se convirtió en el rey de los cielos siendo relacionado con la luz divina de donde todo surge. Sus hermanos Neptuno y Plutón se repartirán el reino de los mares y los infiernos respectivamente. Júpiter gobierna el arquetipo de Sagitario y la casa nueve. Su energía es masculina y se relaciona con con la generosidad, la grandeza de espíritu, las tradiciones, la religiosidad, el idealismo, la jerarquía, los honores y las riquezas. En sus formas negativas se manifiesta con despreocupación, desdén, intolerancia y fanatismo. Júpiter gobierna las extremidades y en especial el dedo índice.
SATURNO: Fue conocido en Babilonia bajo el nombre de Belus y en Grecia por el de Cronos, padre de los dioses quien a su vez destronó a su padre, Uranos cortándole los testículos con una hoz, la cual le servía después para segar las vidas humanas. La lentitud de Saturno cuando se desplaza en torno al sol hizo que se le identificara con el tiempo lineal y con las fuerzas del destino. Saturno rige el signo de Capricornio y la casa diez. Se relaciona con la frecuencia femenina, pero con una frialdad sentimental. Representa lo restrictivo en el ser humano. Es signo de demora, de rutina, de estabilidad, de sabiduría, de aprendizaje, de paciencia, de perseverancia, de prudencia y de manejo del método. En su aspecto más negativo Saturno representa pesimismo, contratiempos, hostilidad del entorno, los peligros ocultos y solapados. Gobierna el sistema óseo, el sistema dental y el dedo pulgar.
URANO: Este planeta fue descubierto en 1781 por William Herschel con un telescopio de fabricación casera. Atendiendo a que la mitología clásica Urano es el padre de Saturno lo cual no significaba ni mucho menos que el planeta recién descubierto tuviese ninguna semejanza con las particularidades. Urano se relaciona con la frecuencia masculina. Es también el símbolo del rayo, la tormenta, la lluvia y las cosechas. Urano gobierna el signo de Acuario y la casa once, relacionado con la creación, el progreso, la evolución, el reformismo, la independencia, la libertad, el desinterés por el pasado ante el interés por el futuro y las ideas innovadoras.
Favorecedor de los movimientos sociales, de la industria moderna y de la electricidad. Así como de las ciencias ocultas y muy en especial de la astrología. En sus aspectos negativos muestra predisposición hacia la imprudencia por falta de previsión, las decepciones sentimentales y los cambios bruscos e inesperados e incluso violentos. Gobierna el sistema inmune en general.
NEPTUNO: Este planeta fue descubierto en 1846 gracias a los cálculos de Adams y de Le Verrier, aunque también Galle se atribuyó el descubrimiento de este planeta. Una vez localizada la órbita se le dio el nombre de Neptuno que encajaba con las características y cualidades del Dios griego, elevado por Júpiter al rango del señor de los mares.
Neptuno rige el signo de Piscis y la casa doce con características de la frecuencia femenina. Relacionado con lo receptivo, con naturaleza idealista y utópica, alejada de la realidad. Presenta una marcada predisposición hacia el misticismo, la elevación espiritual y la vida superior.
Las personas con mucha energía de Neptuno pueden ser geniales e hipersensibles, compasivos y dadivos. Sin embargo, en sus aspectos negativos muestran tendencias hacia las dudas, las complicaciones, la locura, la confusión, la distracción y los vicios. Gobierna los pies.
PLUTÓN: Este planeta fue descubierto en 1930 por Tombaugh basándose en los cálculos de Lowell y Pickering, fue bautizado con ese nombre dentro de la constelación mitológica, dándose la particularidad de que sus dos primeras letras corresponden a las iniciales de Percival Lowell. Plutón se relaciona con el Dios de los infiernos o con el Hades. Se halla al fondo del sistema planetario solar y es el planeta más pequeño y el más alejado. Plutón rige el signo de Escorpio y la casa ocho y nos ayuda a transformarnos a través de la regeneración y de las crisis. Es un planeta de frecuencia femenina y se relaciona con máxima expresión de la creatividad, la fuerza de voluntad, la profundidad de fuerzas espirituales y el poder en general. Sus Impulsos son primitivos relacionados con la fuerza y el poder sexual. En sentido negativo ofrece una tendencia hacia la descomposición y la muerte, la destrucción, la venganza y los secretos convertidos en tabúes. También esta fuerza se relacionada con el ave fénix que resurge de las cenizas para después transmutar y trascender su antiguo yo. En el cuerpo humano gobierna todo lo inherente a la sexualidad y a los procesos psicológicos profundos.
LUNA NEGRA: No puede cerrarse el capítulo referente a los planetas y cuerpos celeste sin mencionar a la luna negra también llamada Lilith. Este nombre corresponde a la primea esposa de Adán. La luna negra después bautizada como Lilith fue observada por primera vez por el astrónomo Riccioli en septiembre de 1618 después por Cassini en 1700 por Alischer en 1720 por Hoffman 44 años después y por Ritter en 1879 entre otros. Hay quien también sitúa a Lilith en un punto matemático en las cartas natales. Lo cierto es, que la mayoría de los astrólogos confieren a la Luna Negra una influencia maléfica que predispone a favor de la sensualidad desenfrenada, la depravación y la locura conducente hacia el suicidio.
Es creencia casi generalizada que Lilith en nuestro psiquismo representa una fuerza muy poderosa que guardamos en nuestro interior y que nos sabemos manejar por que nos asusta esta parte de nosotros mismos, o no la entendemos o incluso la hemos negado.
Una fuerza femenina muy creadora y muy escondida originalmente por nuestro clan que hace que nos avergoncemos inconscientemente de ella. Es por ello que muchos astrólogos les gusta trabajar con esa parte de nuestro psiquismo para sanar ciertas conductas muy poco entendidas en nosotros mismos.
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